martes, julio 08, 2008

La dictadura de los ecologistas chupatintas


Don Juan
Urcloud.com

Deja que acaricie tu oído esta fábula de Eric Tingstad (guitarra clásica) y Nancy Rumbel (ocarina (?)), mientras te cuento un culebrón:

- Buenos días, somos del departamento de Ecología y venimos a hacer una auditoría medioambiental a su empresa de maquinaria agrícola. ¿Tiene contratado el servicio de un gestor de residuos?.
- No.
- Vemos que dispone de una sección dedicada a aplicar acabado a sus productos. ¿Conoce usted el alto poder contaminante de los diluyentes, lacas y esmaltes empleados en este departamento?.
- Lo conozco, sí.
- Cuéntenos el proceso de eliminación a que somete los sobrantes de pintura y restos del disolvente usado en la limpieza.
- Los reutilizamos.
- No puede pretender que le creamos; esta ausencia de residuos, aunque sea difícil de probar, apesta a delito ecológico. Vamos a incoarle un expediente sancionador y no tarde en contratar a un gestor homologado para que se haga cargo de eliminar o reciclar los residuos que, en lo sucesivo, deberá depositar en diferentes recipientes, atendiendo a su distinta peligrosidad.

Mucho antes que los inspectores medioambientales hubieran salido del coño de sus señoras madres, en la fábrica de maquinaria agrícola ya se usaba el disolvente limpio para enjuagues finales de pistolas aerográficas, luego primeras limpiezas y, conforme se iba ensuciando, pasaba a brochas y rodillos. La pintura era escurrida de los botes a través de un agujero practicado con un abrelatas en el borde y dejándolos una noche boca abajo; si el sobrante se podía usar de nuevo, se guardaba con una capa de diluyente por encima, para que no se secara, y si no, se pasaba a mezclar con el disolvente muy sucio para añadirlo a la brea, especie de pintura bituminosa con que se recubren bajos e interiores de la maquinaria, cuya calidad mejora con la adición descrita.
Allí jamás se había desperdiciado ni una gota de producto, desde que el abuelo empezó la fábrica.
Ecología por pura economía.

Ahora deben generar residuos para que los guardianes medioambientales de pacotilla estén contentos. Si ocurre algún vertido contaminante, exclamarán: "Imposible, lo tenemos todo controlado" blandiendo las copias de los boletines que el gestor de residuos emite, previa descarga en el centro de reciclaje, edificado sobre terrenos de oscura recalificación propiedad de los "sobrinísimos" del mandamás comunitario.

Análogas historias en otros sectores industriales, agrícolas, etc.

5 comentarios:

Índigo dijo...

Triste.
Abrazos

gatot dijo...

es que no pueden echar tres polvos seguidos, y claro... necesitan descargar la mala leche... pobrecillos...

petons i llepades amb sentit comú!

Lamotte dijo...

... realmente hemos perdido el norte...

Vintage dijo...

Pos te doy la razón, hasta los ovarios, con tanta tonteria, pq como tu dices, en casa de mis padres se aplica desde toa la vida, antes reventar q sobre
muakkkkkkkkkkkkkk

Twat Boy dijo...

Empezamos a ver muchas historias en los que la "ecología" empieza a ser muy rentable para algunos. Empieza a montarse un conglomerado de gestorías, puestos públicos, empresas privadas, subcontratas,... negocios en definitiva, con el pretexto del medio ambiente. Es el capitalismo al fin y al cabo.
Un saludo a todos!!