(Lunes).
- Esta semana me vas a hacer el trabajo "A" y el "B", de unas cincuenta horas cada uno.
( ? )
(Tengo dos manos nada más; en fin...).
- Empieza por el trabajo "B"; probablemente el cliente venga a ver como evoluciona.
(Vaya, ahora viene el cliente del "A").
- Oye, deja el trabajo "B" y céntrate en el "A".
(Estaba saliendo el cliente "A" cuando se cruza con el "B" que entra).
- Mira, nos vamos a olvidar del trabajo "A" porque hay que dejar listo el "B" para esta semana.
(Y venga a dar vueltas).
- Rápido, haz como si trabajaras en el "A", que nos mandan a un técnico a supervisar.
(Igualito que un ventilador).
- Vienen a fotografiar el proceso del "B"; que te vean allí currando..
(¡vaya bollo!)
(Por supuesto que en esa semana no se terminó ni el "A" ni el "B").
- De verdad que sí estuvieron listos los trabajos, señores clientes, lo que pasa es que al transportista se la cayeron del camión y ahora estamos rehaciéndolos....
(Fijo que le daba a la farlopa el jefe; le reventaron las aortas al cabo de un año. Menos tardó en quebrar su empresa. Aunque yo dimití mucho antes. Que bajo ese "sistema de organización", pueden quedar secuelas permanentes de tipo parkinsoniano, tales como los andares del "Chiquito de la Calzada").
Tokio 2021
Hace 3 años