domingo, junio 24, 2012

La paja transferida


No tiene gracia pajearse sentándose unos minutos sobre la mano izquierda -los zurdos, la derecha-, hasta que se duerma y parezca como que la "movida" estuviera subcontratada.
Estas labores, mejor endosarlas.
Tal que así: (modo Barragán).

- ¿Ñogo-ñogo?.
- Me duele mucho la cabeza....
- ¿Churrupaíta?.
- Tengo las cervicales agarrotadas....(argumento absolutamente concluyente, sin duda).
- ¿Pajilla?.
- No, no....
- Oye, que si ello va contra tus convicciones éticas o morales, te ibas a librar de toda culpabilidad si probaras de sentarte encima de una mano y bla, bla....

4 comentarios:

belkis dijo...

Ains, la pajilla asistida! Me parece algo tremendamente sensual y altruista, tanto ofrecerla como recibirla!
Hay que ser buena gente y no poner excusas, hombre.
Mi única excusa sería que después querría algo más, y claro, si nos vamos a quedar sólo en eso...me daría más cosa empezar.

D.F. dijo...

Parece una conversación de Torrente, real como la vida misma...

Toy folloso dijo...

Asistencia, ese es el palabro, Belkis.
Como en el básket; después de la asistencia, a veces, incluso la meten....

Toy folloso dijo...

No del Torrente, Temujin; del Barragán, que es uno que andaba muy andrajoso, con unas gafas hechas del cristal sobrante del faro, y que contaba unos chistes guarrísimos.