Empecé a dudar del fundamento de la leyenda, viendo que al "regar" una simple florecilla, también levantan la pata.
Después de minuciosas observaciones sobre los hábitos de micción en mi perro adolescente -cada día lo saco a un descampado-, noto que empieza a levantar la pata, como el resto de sus congéneres machos adultos. Justo cuando tienen siete u ocho meses.
¿Porqué?
¡¡¡Porque se cansan de andar con las patas delanteras salpicadas de meados!!!.
Nada, eso.
2 comentarios:
Yo creo que eso es igual que cuando eres niño meas en publico y no pasa nada, de repente te salen pelos en los huevos y te tienes que esconder...
Un saludo...
Es que los perros del Pleistoceno ya se lo veían venir.
Me he reído muchísimo con esta entrada.
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