Recordadle que hizo el conde Lequio para que se le agrandara la pichurrilla, cuando salió en el Interviu.
Al pobre hombre....
Al pobre hombre....
Cruzando de la orilla del humor a la del sexo, sin pasar por el puente de la chabacanería ni el de la erudición.
4 comentarios:
¿Y esa mirada perdida de la chavala, como de estar bajo los efectos de una hipnosis?.
Vaya tetorras, puestos a comentar....
Estoy con los comentarios...
¡¡¡Por dios¡¡¡¡
(sin más)
Publicar un comentario