Nueva anécdota de una salida con los amigos, sobre esas cabras mecánicas que no parecen tener límite en encaramarse a cualquier montículo, por empinado que esté.
- Mirad, una higuera cargada de higos.
- A por ellos.
- Ni se os ocurra subir, que las ramas de higuera se resquebrajan sin avisar.
- Sí, tienen mala fama las caídas de ese árbol.
Desde el suelo, el bajito no alcanzaba una....
E iba refunfuñando, refiriéndose a su difunto padre:
"Haber echado unas GOTITAS más, viejo."
(Píllalo, aunque te lleve un rato).
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