Sin la ayuda de mi grupo no podrías mandar; tampoco lo podré hacer yo si no me devuelves el favor, (y nos vamos a ir los dos a tomar por culo).
Y no me cuentes de nuevo ese cuento del Ylla...
Cruzando de la orilla del humor a la del sexo, sin pasar por el puente de la chabacanería ni el de la erudición.
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