Que sí, que voy a estar un tiempo sin hablar más de motos ni motores.
Otras dos cuestiones, y ya paso a entrar de lleno en crónicas playeras.
Mi mecánico de motos se quedó sin trabajo.
Le echaba la culpa a "Nereta", otro taller que había abierto unos meses antes.
Y uno, que estaba harto de ver a Nereta por los bares, no pensaba que ésa fuera la causa.
Por si acaso, dí una pasada despacito por delante del nuevo taller, y efectivamente, estaba de motos hasta los topes. (Nadie trabajando, eso también).
Tenía razón mi mecánico.
A los pocos días veo a Nereta entrando en un bar. Le sigo; me tiene intrigado.
Al rato, viene uno motorizado, aparca, entra, se dirige a la barra y Nereta lo intercepta:
- ¿Verdad que le gasta mucha gasolina su moto?.
- Hombre, pues sí.....
- Lo he visto por el humo que echa el escape, y por como suena, ¡ese motor está pidiendo una puesta a punto!.
Saca una tarjeta y se la entrega al motorista.
- Soy propietario de este garage, que es su casa, pero ¡dejemos de hablar de la mecánica y tomemos algo, vamos!.
En esto que llega otro motorista, amigo del primero, al cual va a saludar, siendo obsequiado con otro tarjetazo de Nereta:
- No deje de interesarse por la oferta de neumáticos en vigor este mes; veo que los suyos están muy lisos, con lo traicioneros que son los chaparrones de verano sobre el asfalto sucio. Pero aquí, estemos a lo que hay que estar, ¿hacen unas birras?...
Las madrugadadas que no regresaba muy lanzado de copas, bien que intentaba Nereta reparar algún motor, viendo con pesar, al nuevo día ¡que a esa moto solo había que sustituirle una bombilla!.
Su esposa se marchó, cansada de ni verle, arruinada y harta de las reclamaciones de los clientes. Nereta no tuvo más remedio que cerrar el garage, aún estando atestado de trabajo; salían motos hasta por la chimenea. (Igual estará empleando sus conocimientos técnicos manteniendo sistemas de tirar cerveza de barril, que ese sabe mucho...).
Moraleja:
Mecánico "rata de taller", alterna un poco, joder.
Mecánico alternador, mira que "de tanto leer, no pierdas el escribir", como el figura.
Y otro tema:
Escalofriante gráfico sacado de
este estudio del 2001.
No hará ni veinticinco años que era perfectamente posible participar en un rallye con el coche de todos los días, simplemente instalando un extintor, un arco de seguridad y unos cinturones tipo aviación. Por no hablar de carreras aún más simples, como "slaloms", "gymcamas, "auto-cross", etc.
Actualmente no es posible usar "de calle" un coche de competición; atender la compleja reglamentación técnica lo hace inviable, aparte de la fortuna a gastar en ello.
En los rallyes, los accidentados suelen ser espectadores imprudentes. Muy raramente los pilotos, ni vestidos de astronauta como ahora, ni antes con tejanos.
Intentar montar la más mínima carrera de lo que sea a motor, es como derribar un muro de gestiones, dificultades, papeleo y trabas. (Una vez conseguimos todo, a falta de una firma, un día antes de la carrera; pero el firmador dijo "no firmo, pero corred, porque ¿no va a pasar nada, verdad?).
¿Y cómo se desfogan nuestros jóvenes adictos al olorcillo de gasolina quemada?.
Pues en la carretera.
