viernes, agosto 26, 2011

Kamasutra



Para pollones de goma....

sábado, agosto 20, 2011

Fraternidad

- Hola mamá, papá....
- Algo grave tiene que suceder; nos visitas sin que transcurran los dos o tres años habituales y sin que ningún entierro/boda perturbe el devenir familiar....
- Tengo problemas económicos.
- Convertiste la pajarería familiar en una tienda de mascotas especializada en peces raros, y así te debe estar yendo....
- Sabéis que nunca me gustaron los periquitos.
- Bueno, ¿cómo te podemos ayudar?.
- Necesito treinta o cuarenta mil euros para tapar unos agujerillos.
- Vale.
- Asimismo, le daremos otros treinta mil a tu hermana y eso es lo que heredaréis de menos....
- Si Martita está forrada, ¡dadme los sesenta mil a mí!.
- Vaya, vaya; casi cuarenta años que se han tirado estos tus padres intentando dar ejemplo de ecuanimidad y mira lo que nos encontramos....
- Además, no tendríamos otros sesenta mil para ella....
- .... en el caso de que se enterara del dinero que te vamos a dar y nos pidiera su parte; ¡igual no anda tan sobrada de pasta como tú dices!.
- Ese egoísmo te vendrá de la calle, en todo caso....
¡¡¡¡BOUUUUM!!!!, se va dando un portazo.
- Tal vez en la maternidad nos cambiaran al crío....
Abre de nuevo la puerta y asoma la cabeza.
- Bueno, ¿nos vemos mañana a las once en el banco?.

jueves, agosto 18, 2011

Haiku producto de un robo

Vacío de palabras,
seguiré a este lado del silencio,
devorando letras.



Es que estoy de vacaciones, personal.


El blog chiquito-enorme de donde he copiado, es éste
.

martes, agosto 16, 2011

Tobilleras con blindaje


Para estos chicos aún no repuestos de la "deportividad" vista en el partido de ida.

Salvando al caballero futbolista Özil, a ese no le hacen falta marrullerías....

domingo, agosto 14, 2011

De deporte

- ¡Pero si está aquí el portero más calamitoso que tuvieron los juveniles!.
(Mira que es grande la playa y tenía ese capullo ahí al lado).
- Que tiempos....
- Dejé el fútbol porque uno ya tiene una edad, pero continúo haciendo footing, pesas, tenis, bicicleta....
- ¿Bicicleta?.
- Si.
- Ya recuerdo, ese aparato prehistórico usado antes de que se inventasen las motos.
- Ja, ja. ¿Y tú qué practicas?.
- Juego a los bolos.
- ¿Y eso es un deporte?.


- Los bolos de las señoras, tío, ¡Anda que no!.

jueves, agosto 11, 2011

Verdades como puños

Releo -rotulador fluorescente en mano-, una entrevista hecha a José Luís Sampedro en El País dominical de hace un mes, y me sorprendo remarcándola entera, de puro interesante.
El enlace.
Otros dos: el prólogo que hizo Sampedro al mini-libro "Indignaos", y éste mismo.
Los nonagenarios nos brindan la carta de navegación del cambio que se intuye... ¿Quién toma el timón?.

Que sea una plataforma de eruditos, tecnócratas, historiadores, etc. Nunca jamás personalismos, prebendas, discursos vacíos y caretos fotochopeados empapelando la ciudad.

sábado, agosto 06, 2011

El influjo de la canícula

He soñado que era el dueño de una cadena de supermercados.
Y que tenía una buena casa.
Ahora estaba confinado en ella por haberme fastidiado una rodilla en un accidente.
Por suerte, fui ascendiendo a una de las cajeras hasta encargada general y, en mi particular situación, me estaba demostrando el acierto de su promoción.
Una chica responsable y muy de fiar.
Morenaza y de trato algo frío, por otra parte.
Una de las veces que venía a comentar el día a día de las tiendas, le tiré los tejos.
Y me dijo que entendía mi situación, la inmovilidad y tal...; no tenía problemas en comerse un rabo, pero lo que de verdad le tiraba eran los coños.
Especialmente el de la rubia dependienta de una de las panaderías.
Algún día se la traería a la piscina, y a ver si yo le ayudaría a tenderle una emboscada....
Y vaya si vinieron. La morena se tiró directamente al agua con las tetas al aire; la otra esperó a destapárselas después, tomando el sol. Justamente cuando la otra ya se liberaba del tanga.
Para romper el "corte", alabé la perfecta depilación de su potorro, interrumpida por una graciosa tira vertical de pelo. La rubia balbuceó algo acerca de que seguro le estaba saliendo parte del felpudo fuera del bikini, pues no le había dado tiempo de arreglarse en casa. A lo cual respondí preguntando si no había visto el cartel de la entrada, donde se prohibía expresamente el uso de la piscina sin depilar.
Todo eso, riendo sin parar, mientras me sacaba un huevo completamente pelado del pantalón.
Algo cohibida, la rubia preguntó a la otra cual era el centro de estética donde hacían esas depilaciones, y no, no era ningún centro, se lo había hecho ella misma. Las interrumpí para decirles que recordaba haber visto crema de afeitar y unas maquinillas en el vestuario de abajo. Luego tuve una llamada telefónica, mientras escuchaba a la morena ofrecerse voluntaria para afeitarle el chichi.
Que si eso debe doler, que seguro que luego pica, que no me quito la braga andando -es un decir- el jefe por aquí.


Que no, nada de eso es verdad, tu noviete se a volver loco cuando lo vea, y si quieres te lo puedo hacer sin que estés completamente desnuda, si te pasas el triángulo del bikini por dentro de la raja.
Oeééé, oééée.
¡Sí!, la convenció.
Y yo cascando por teléfono, despistando con las gafas de sol, y sin perder detalle por el rabillo del ojo.
Va mi tesoro a por los utensilios, la espatarra en la tumbona, le unta cuidadosamente la espuma, y empieza a afeitarla ¡poniéndose de culo en pompa!.
Si ya me sorprendió lo oscuro de sus pezones, su ojete, negro como el sobaco de un grillo (como buena morenaza no de pote) ya hizo que le contestara varias soplapolleces al de la gestoría, que estaba al otro lado de teléfono.
Mientras, le había echado un cubo de agua sobre el chochete - para ver el efecto del rasurado-, se había puesto de nuevo en pompa, apartándole a un lado la braguita a la rubia y empezando a comerle todo el clítoris con ese arte que a los hombres, en parte, nos es negado (por la misma razón que un travesti borda una felación como ninguna mujer, según afirman quienes han podido superar su inoperable y cazallosa voz).
Toda esa retaguardia a mi merced supuse que me era ofrecida como recompensa por haber colaborado a su victoria, pero claramente, debía decidir a cual de los dos objetivos encaminar mi incursión, y que clase de munición -tocar, chupar, lenguetazos, polletazos, etc.-, emplear en el empeño, (cuidado amigos, que a veces por subir de una escalera los peldaños de tres en tres, caes de nuevo al primer descansillo).
Después de colgarle abruptamente a mi gestor, tracé la estrategia a seguir, me deshice del pantalón de baño, me acerqué a ellas tan rápido como mi maltrecha pierna me dejaba, y....







¡¡¡¡¡PLOP!!!!!

(El puto camión de la basura me ha despertado)
.









¿Sabes lo que tengo en la mano?.