Cuán descuidado tengo el etiquetaje de los posts. Nunca llega esa semana sin poder salir de casa -por la razón que sea-, para clasificar convenientemente el blog.
Tarea la hay, pero la perspectiva de que pueda ser multiorgásmica, atrae....
Hace años, confluímos un comercial de pinturas que no sabía nada de pigmentos ni resinas, con un técnico (éste mismo que está aporreando el teclado), que no sabía nada de descuento de letras ni gastos de explotación.
La escasa zona asignada por la marca que representábamos acabó con el futuro de la colaboración más, el trasvase de información habido marcó un antes y un después en el devenir de cada uno.
Él era (murió) un "lobo" de las finanzas.
En la etiqueta "economía" irán apareciendo algunas de sus enseñanzas, como la de hoy:
- Durante esta semana de fin de año, obsequia a cada cliente con uno de los diferentes detalles según la lista que he preparado.
Echo un vistazo a la lista y noto algo que me mosquea....
Tiro de estadística y sí, la calidad de los regalos no se correspondía con el volumen de compras de cada cliente.
- Oye, hay desfase en la lista de regalos....
- ¿Porqué?.
- El cliente "Y" nos compra mucho y su obsequio es mínimo.
- Sí, nos compra casi todo....
- En cambio, el cliente "X" tiene un regalo excelente y apenas pasa ningún pedido.
- Vamos a ver; es imposible que encuentres lógica la lista de los diferentes obsequios asociándola a las ventas del año pasado, cuando ha sido confeccionada con arreglo a lo que deberían ser las ventas del año próximo. Si tienes un campo de tereno fértil y otro de terreno árido, ¿dónde echarás el abono?.
Apostillando con un "la vida es dura, chico", para acabar de tirar por los suelos mi matrecha rectitud....
