Consiguieron que su pariente el pastor, viniera a la boda. Vivía en lo alto de la montaña, tranquilo, con sus cabras, y nunca le entusiasmó bajar a la ciudad. Durante el festejo le invitaron a beber un whisky. Iba diciendo:
- Mira, tomo guisqui, como en las películas.
- Huele como a farmacia.
- Y a aserradero.
- Me ha dejado la boca como si li hubiera dado un muerdo a una rama de abeto.
- ¿...?
- Bueno, échame otro poco....
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"El alcohol, todas las veces que se cruza con un hígado, le da un puñetazo", sentenció un médico. (Habiendo filtrado unos pocos barriles de agua de fuego, esta frasecita se me ha quedado dando vueltas por la cabeza...).
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Normalmente, en bares, restaurantes, discotecas y pubs, suelen disponer de la media docena de whiskyes habituales, más el monolítico "Cardhu", para quien quiera "estirarse" un poco. Pero, en otros establecimientos, los estantes dedicados a este licor están bastante mejor surtidos.
Comenté este detalle a un barman amigo, y me contestó:
- Hay un universo entre el suave "Bell´s" que te estás tomando y el más brutal de los maltas, el "Lagavulin", del que te voy invitar a medio chupito.
Medio y sin hielo, (será roñica...); bien, me lo eché al gaznate.
Dios, dios, ¡DIOS!. Una tonelada de alquitrán ardiendo abrasándome la garganta. Toda la noche y parte del día siguiente con el paladar saturado, ¿okupado? por ese sabor tiránico.
A los dos días, con una sonrisa tonta en la boca, mezcla de curiosidad y masoquismo, fui a adquirir una botella de "Lagavulin", (cincuenta y tantos eurazos, tú). Atacado lo mismo que el cabrero de la boda.
La botella me duró al menos un año. Empecé echándole un par de gotitas a mi "Bell´s" de siempre, aumentando la proporción hasta conseguir tomarlo solo, en muy poca cantidad y rebajado con agua fresca, (nunca hielo). Sorprende el placer y la redondez en el paladar que produce tomar una sola copa, por mucho que se alargue la velada. Al "Bell´s" lo noto insípido, ahora.
Pero no es bueno empezar la casa por el tejado; podríamos elegir un "Knockando", "Glenmorangie" o "Macallan", el día que buscáramos algo más de caracter que el de un whisky popular. En el siguiente escalón, "Isle of Jura", "Dalmore" y "Glenrothes", amables aún. (Conozco una persona que manifiesta no gustarle ninguna clase de whisky, solo un poco el Jura). Entrando en sabores particulares, "Michel Couvreur", "Cragganmore" y "Bowmore", siempre refiriéndonos a la gama básica, pues éste último tiene algunas variantes más envejecidas. "Talisker", "Laphroaig" y "Lagavulin" son el ejemplo de los maltas fuertes, con un marcado sabor a la creosota, líquido con el que se impregna la madera de los postes de tendido eléctrico y telefónico a fin de preservarlos de mohos y podreduras.
Más información en este
artículo, y en este otro
catálogo.
Colaborador en este post:
Gatot.