viernes, mayo 13, 2011

Las municipales

La opción política más afín a mis ideales, propone para alcalde a una persona que me cae rematadamente mal, o sea, que no pienso votarla.
En cuanto al otro partido de ideología no tan distinta al primero, corre una leyenda negra "soto voce" acerca de quien encabeza la candidatura, no para dejar la política, sino para emigrar.
Pero a quien admiro y me parece una persona digna de mandar en la alcaldía local, a la facción política que lo arropa no les votaría ni que me pagaran por ello.

Ese culto al careto del lider, ¡cómo me recuerda a las peores dictaduras!.

Votaría a un colectivo, a unas ideas.....

2 comentarios:

belkis dijo...

Entiendo perfectamente lo que dices.
Pero creo que no hay más-tu-tía: votas a una opción y con ello al líder que la encabeza.
Se supone que se parte de la base de que si esa opción es la mejor para ti, también lo será para el líder que encabece su lista, y que sabrá defender su ideología, que supuestamente es la misma que la tuya.
En las últimas elecciones sindicales en mi empresa me pasó algo parecido. Mi opción, la de toda la vida, estaba encabezada por una persona que a mi modesto entender no iba a defender nuestra ideología como se merece. A pesar de eso, les voté, les di mi voto de confianza.
La líder me defraudó, no me equivoqué en mis predicciones, y al final en las siguientes no habrá voto, al menos no el mío.
Pero he puesto en conocimiento de los siguientes de la lista las razones.
En política, después de todo, creo que son los mismos perros con diferentes collares

Marta dijo...

Toy
es que ho tenim molt magre, jajaja.
Vot en blanc...o fem un partit de descontents!!!!!
majoria absoluta, segur.
petonets, molts