jueves, marzo 17, 2016

Hay que hurgar





La mancha de humedad traspasaba las sucesivas capas de pintura con que se intentaba cubrir, hasta que se decidió sustituir la cañería defectuosa.


Las bombas seguirán cayendo sobre ésta o aquella ciudad mientras no pare de producirlas una fábrica (ubicada -tal vez-, más cerca de lo que imaginamos), y mientras no deje de comerciar con ellas algún gobierno (menos neutral -en el fondo-, de lo que imaginamos).

Fotografía reciente de Alepo, sacada del "20 minutos".


1 comentario:

D.F. dijo...

La guerra es un gran negocio, todo sube de precio y hay muchos que hacen fortunas..