viernes, mayo 19, 2017

El tributador candoroso


Erase una vez una empresa "A" con con un funcionamiento económico normal y una empresa "B" la cual generaba tanto impuesto que daba la impresión de "ahogar" el beneficio.
En un intento de balancear la situación, y dado que el titular de las dos era la misma persona (el único sobrino de mi tía, fijatetú), pues se pasaron unas compras de material para la empresa "B", a la facturación de la "A".
A pesar del riesgo, al fin la empresa "B" pudo tributar unos importes aceptables.
Porque luego, la empresa "A" dió unos beneficios por las nubes, como no podía ser de otra forma....
Como dos y tres suman cinco - a lo que el puñetero de Montoro contestaría: "por el culo...."-.

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