miércoles, mayo 30, 2007

Aliviando el retortijón

En caso de tener un estómago demasiado sensible a explicaciones tales como lo que ocurre con los alimentos luego de ser deglutidos, creo que sería mejor no leer esta entrada ni la anterior.
Y como no me gusta que nadie se vaya sin sonreir, (recuerda: una sonrisa siempre es el mejor saludo) os direcciono a "Y yo sin estos pelos", está en mi lista de enlaces; una vez dentro, en el "blogroll" suyo, veréis que se autoenlaza porque tiene un sitio "web" llamado "Ferri Lopez web". Allí hay una obra de arte "Bio", el más bello y gracioso perfil que haya leído de nadie.

Acaba de colgar "Desvariandoando", por aquí enlazado también, un desternillante vídeo de pedos que me ha hecho recordar que uno no está "taponado", precisamente.
Un día, despues de zamparme dos platos de lentejas, no se me ocurrió otra cosa que ir a pasar la tarde al cine. Los fermentos gástricos no me dejaban concentrar en la película; venga a darme flatulencias y retortijones. Antes del final, notando un peligro real de reventar, no tuve más remedio que aflojar la presión abdominal, con la suerte añadida de lograr hacerlo silenciosamente.
Hubo una desbandada parcial en la sala, evacuándose la gente cinco filas de butacas por detrás y tres por delante.
La pregunta del millón: ¿Cómo me salvé del linchamiento?.

4 comentarios:

ybris dijo...

Tus líneas y recomendaciones son efectivo solaz en la congoja cotidiana.
El alba hoy me ha resultado más llevadera.
Gracias y un abrazo.

Anónimo dijo...

Muchísimas gracias por recomendarme, amigo. Emocionado me hallo ;)

Un abrazo y gracias de nuevo!

Valeria dijo...

Dijiste en alto a tu compañera de butaca:
- No se preocupe señora, diremos que he sido yo... (Cela)
jajajajja
Guarrada de post, Toy

tootels dijo...

Los niños ruidosos y malolientes y los pedos solo le gustan a sus padres.
Me lo confirmas con este post.
Ganaste en espacio.