Algo más de media hora caminando tras de una chica, una desconocida, y no hubo forma de descubrir si calzaba braga o tanga. Por edad, estaba en la frontera de las dos opciones, siendo cualquier otra pista borrada por su grueso pantalón tejano.
Las asas del culo, vulgarmente llamadas glúteos, al andar poseen un cadencioso bailoteo que es sujetado parcialmente por la braga, mientras la tanga deja evolucionar este movimiento completamente libre, (como el amor).
El surco de la gomilla, que a algunas no les desaparece ni en toda la noche, a las fibradas, a las deportistas, no se les marca apenas; pero al estar los muslos tan prietos, entonces no hay "samba" ni usando tanga.
En un descuido de nuestras acompañantes, inquirí a mi colega, (que estaba en onda, naturalmente; un trasero así no pasa desapercibido) levantando una ceja y recorriendo en el aire con dos dedos la parte posterior de la más pequeña de estas dos piezas, pero sacudió la cabeza negativamente. Estaba en ascuas, también.
Era al mediodía y estábamos admirando unas ruinas visigodas, (además) por lo cual temo estará desacertado quien piense que ni una cosa ni la otra.
Mira, lo vamos a dejar; ví una recomendación para tener muchas visitas en el blog, y prohibía expresamente que contara sufrimientos....
3 comentarios:
¿Sufriste mucho, cariño? Ay... Si te sirve de consuelo, te diré que yo hoy llevo bragas, pero a mí las bragas no suelen recogerme las nalgas, más bien se me meten dentro de la raja. Parece que tengo unas nalgas indómitas, jijijijiji!!!
Hoy solo traigo tiempo para saludar.
Toy, he pasado el finde en Granada y te he traído un regalito: lo tienes en mi barco.
Saluditos
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