El bote de grasa soluble, popularizado por el peludísimo Pierre Woodman en sus aplaudidos "castings", lleva tiempo desaparecido del mundillo de las pelis porno.
Quizá porque se ha aumentado la duración de las "comidas", y con ello parece quedar solventado el tema lubricación.
Incluso hay actores que deben tener las grándulas salivares hiperdesarrolladas, por lo mucho que babean; pero es que ayer, viendo lo último que han subido al
Empflix, pues resulta que un moromo manda a la tía colocarse en pompa y va el hijoputa y le estampa un par de "lapos" en el potorro, que en vez de una pajilla, lo que hice fué ir a potar.....
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