
No es para darle el Nobel de Literatura, pero sí merecería algún tipo de reconocimiento quien fuera que llamó por primera vez -y tan certeramente-, a los pelos que crecen por el monte de Venus y aledaños:
"El conejo".
Cruzando de la orilla del humor a la del sexo, sin pasar por el puente de la chabacanería ni el de la erudición.
4 comentarios:
Foto "Japan", ya lo advertí....
Y premio también para quien le puso sobremote a los frenazos. (O sea, pequeña mancha en el calzón a causa de un escape involuntario de materia fecal, frecuentemente acompañando a una ventosidad):
¡¡Un peomierda!!.
Pues no sé... a mí me merece mucha más empatía el que le llamó "felpudo" (por similitud) o el que le llamó "almeja" (por unir en una palabra dos de los mayores placeres de la vida).
Besos, Toy
Le estaba comentando yo ayer a mi marido que el primero que usó las palabras polla y huevos para referirse a las diferentes partes del sexo masculino, si lo hubiera registrado, ahora sería rico :-DDD
Por cierto, lo del puño americano de pedida me ha puesto los pelos de punta.
Besos felinos.
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