sábado, agosto 20, 2011

Fraternidad

- Hola mamá, papá....
- Algo grave tiene que suceder; nos visitas sin que transcurran los dos o tres años habituales y sin que ningún entierro/boda perturbe el devenir familiar....
- Tengo problemas económicos.
- Convertiste la pajarería familiar en una tienda de mascotas especializada en peces raros, y así te debe estar yendo....
- Sabéis que nunca me gustaron los periquitos.
- Bueno, ¿cómo te podemos ayudar?.
- Necesito treinta o cuarenta mil euros para tapar unos agujerillos.
- Vale.
- Asimismo, le daremos otros treinta mil a tu hermana y eso es lo que heredaréis de menos....
- Si Martita está forrada, ¡dadme los sesenta mil a mí!.
- Vaya, vaya; casi cuarenta años que se han tirado estos tus padres intentando dar ejemplo de ecuanimidad y mira lo que nos encontramos....
- Además, no tendríamos otros sesenta mil para ella....
- .... en el caso de que se enterara del dinero que te vamos a dar y nos pidiera su parte; ¡igual no anda tan sobrada de pasta como tú dices!.
- Ese egoísmo te vendrá de la calle, en todo caso....
¡¡¡¡BOUUUUM!!!!, se va dando un portazo.
- Tal vez en la maternidad nos cambiaran al crío....
Abre de nuevo la puerta y asoma la cabeza.
- Bueno, ¿nos vemos mañana a las once en el banco?.

4 comentarios:

D.F. dijo...

Pues da para asfaltar una calle. más que para tapar agujeros...

Belén dijo...

Yo con un hijo así, me corto las venas...

Besicos

Mary dijo...

Me suena a mí ese prototipo de hijo, pero mucho mucho.
Siento ser cruel, pero en la mayoría de los casos, la culpa es de los padres, claramente.

Joyce dijo...

La comodidad de recurrir a los papis... para todo