martes, enero 09, 2024

El saber no ocupa lugar

 Era el mejor de la clase. Por ello, se me asignó una beca. Entonces, dado que sólo tenía el fútbol en la cabeza, renuncié. Nunca dejé de ser un guardameta-coladero, eso sí, con mucha afición. Heredó la beca el segundo del cole, sacó económicas, casó con la heredera de una gestoría y actualmente, gordísimo, lleva el cocodrilo bordado hasta en los calcetines.

Aprendí un simple oficio, luego alquilé un local y trabajé por mi cuenta. Un autónomo que haga chapucillas por las viviendas de sus clientes, tal vez no tenga ni la mitad del papeleo y los problemas que representa tener un establecimiento abierto al público. Raro es el día que no deba acudir a la gestoría a que me traduzcan algún requerimiento redactado en el lenguaje cirílico que emplean administraciones y organismos varios.

El abanico de posibilidades que se pudo abrir en cierta época, echado a perder por no tener ni la EGB. completa. Mil veces me he arrepentido de no estudiar. Cuéntales esto a los chicos.

Además hay lo del título...

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