Decálogo de fútbol

Aburridísimo por la falta de goles actual, transcribo las opiniones de esa multitud de "entrenadores" que pululan por el bar todos los lunes.

- Único objetivo, la portería del equipo contrario. En términos absolutos. Nada que ver  con lo de: me pasan la pelota, me la saco de encima, la paso a otro y, si no fallo, ya he cumplido y a por otra. (Hola, Cucu. paisano).

- Dice Pichi Alonso que no hacen falta ochenta pases para llegar al área del rival; pero últimamente, después de los ochenta pases, la pelota suele acabar ¡en manos de nuestro portero!. ¿Esto qué es?.

- "Mientras tengamos la pelota nosotros, no la tienen ellos"; vale, pues rompo el carné, y si veo la TV. en casa, cambio a un canal donde echen voley-playa, -femenino, por supuesto-.

- ¿Qué hacen tres tíos sacando una falta?. ¿Le aguantan el cubata al encargado de chutar?.

- La mejor forma de sortear el fuera de juego es bombear la pelota por detrás de la defensa contraria. Mientras éstos se giran, nuestros atléticos y atentísimos delanteros les pillan la cartera.

- Un portero, imperativamente debe mandar al campo contrario todas las pelotas que coja; y  nuestros atentísimos, eso...; ¡anda que no se han comido goles fruto de esa tontería del saque en corto!.

- Empieza el partido, saque retrasando, claro; otros retrasos más y el balón llega al portero. ¿Qué opina el rival de ello?: esos se han cagao en la manta ya en el autocar...

- Un equipo de fórmula 1 hacía entrenar el cambio de ruedas a sus mecánicos ¡a oscuras!. Buscando la suma perfección. Se saca un córner largo a derechas mientras los jugadores bailan un agarrado en corto y a izquierdas. El balón se pierde... Con la misma precisión con que se ejecuta un triple en baloncesto, la pelota debe ir justo al jugador previamente desmarcado, en jugada ensayada cientos de veces. Dicen, "Un córner casi debería ser un gol...". Sí, eso ocurría hace muchos años, cuando el fútbol era divertido. (Algo de ello aún se puede disfrutar en en el fútbol de chicas, de ahí su éxito).

- Se puede jugar sin contacto físico. Las faltas deberían ser una excepción. Ese Dios terrenal que es Messi, aparte que no se toca con nadie, tampoco se deja cazar. Calidad lo llaman.

- Uno, un témpano propiamente, recuerda un partido que terminó 8 a 3, en el que abrazó a todas las señoras de la grada ¡e incluso a algún caballero!, pues ve con pena a la gente abandonar el estadio un rato antes de acabar el partido por culpa del inamovible 0 a 0. Los americanos no han podido infiltrarnos sus juegos de pelota, pero nosotros sí hemos popularizado el fútbol por el mundo. No dejemos que la falta de competitividad en el césped lo haga retroceder.

¡Vaya verborrea, hoy!.

Acabando; dos flashes:

Vas al campo con tu gorrita, hay gol, te levantas y aplaudes, vueves a casa  y quizás rememores las jugadas importantes en la tele, u ojeando el periódico deportivo el lunes, y, ¡hasta el próximo finde!.

Otro, se tunea como un indio, se junta con la turba enfervorizada que no deja pasar al autocar de los jugadores suyos y apedrea al autocar contrario, pasa el partido y postrimerías metiéndose con el rival, con sus hinchas, y perpetrando gamberradas varias. Tal vez envalentonado por esos desquiciados locutores de radio que cantan los goles cloqueando cual una hembra de pavo atacada por comezones súbitos.