- Me ha parecido oir el coche de los forestales...
- Vámonos entonces, chicos.
- Sí, este sitio es muy expuesto...
Estábamos con los agentes forestales como el gato y el ratón, -bueno, yo ya dejé el trial-, a pesar de que estas motos ni erosionan, ni son ruidosas, ni apenas contaminan. Sacaron una controvertida ley de acceso motorizado al medio natural muy difícil de acatar. Pagamos alguna multa...
Los motoristas no volvieron al lugar.
Yo sí.
Era mentira que hubiera oído el coche de los forestales.
Tube que echarlos.
Vi unas setas en el bosquecillo que hay detrás del monte.
Si, si; soy muy egoísta.
Vuelvo todos los años...
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