Imposible comprar un automóvil nuevo en mi ciudad (12000 hab.).
Y en la capital de provincia, falta representación de más de la mitad de marcas.
Hubo un tiempo que cada fabricante de autos tenía, en poblaciones importantes, concesionario o vendedor autorizado, con su exposición, comerciales, talleres, operarios, gerencia...
Todo eso se ha ido al garete.
Ahora se elige coche desde la cantidad de información que hay en Internet. Por el mismo sistema se compra, se paga y te lo traen. En otra web, te valoran el auto viejo, te lo pagan y lo vienen a buscar. El papeleo, también informatizado.
¡Vaya ahorro de personal!.
Más, no todo el mundo ha salido perdiendo con la disminución de servicio en el ramo de la automoción. Los talleres de chapa y pintura, en los que se presentaba el buitre perito de seguros -especialmente si representaba a una aseguradora de las tanto gastan en publicidad-, diciendo: "Esta reparación me le haces por 1000 euros o me llevo el coche a otro taller". Ahora, el taller es el que chulea: "Si no me pagáis 2000 euros, busca a otro que te haga la reparación".
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