¿No os podíais inventar el pelador antes de los cohetes espaciales y las bombas atómicas?.
Que uno estuvo, hace ya tiempo, en un hotel de la costa, mortificado pelando patatas a cuchillo; tanto que se me reproducía en sueños.
Por cierto, maravillado ahora con mi nuevo pelador, una vez detectado que con el filo de plástico es imposible guillotinarse un dedo.
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