martes, agosto 21, 2007

Sumergidos en una cola

Ilumina con tu radiante sonrisa al resto de mortales que con cara apesadumbrada comparten contigo una de esas larguísimas colas de finales de Agosto. Porque ahora vas a conocer los intríngulis del arte de aguardar turno.



La cola de al lado siempre irá más rápido que la nuestra.
Si cambiamos de cola, la que acabamos de dejar avanzará más rápido que la nueva.
Si volvemos a la primera cola, lo más seguro es que nos abronquen.
La cola más rápida siempre va a parar al cajero más lento.
Una cola corta en el exterior de un edificio, se convertirá en larguísima en el interior.
Cuando tengamos la suerte de pillar una cola corta, se convertirá en larga, dado que los de delante accederán a que se cuelen amigos y parientes.
Cuando estemos esperando en medio de una cola, todas las gentes que tengamos detrás se dirigirán primero a la caja que acaba de abrir.
Cuanto más rato esperemos en una cola, más probabilidades hay que nos hayamos equivocado de ventanilla.
Si nos quedamos parados en un sitio el tiempo suficiente, seguro que se forma una cola detrás nuestro.

Texto extraído de la revista Kmk 5. Foto de viva_er_beti1907 en Flickr.

3 comentarios:

Xiomara dijo...

Saludos guapo!
He vuelto de mis vacaciones.
Actualicé mi blog y vine a invitarte para que lo leas.
Besos!

Joyce dijo...

Hoy mismo una cajera gilipollas me ha hecho cambiarme a su caja suponiendo que enseguida acabaría con su cliente y me atendería a mí. Pues bien, me he cambiado, y en la caja donde yo estaba han atendido al señor que venía detrás de mí, mientras yo esperaba como un imbécil en la otra caja.
Murphy no falla en casos así...

Anónimo dijo...

Contrariedades personales: No soporto hacer cola, y sin embargo, si no puedo evitarlo, normalmente reacciono de forma muy estoica.