En los automóviles el embrague es un mecanismo que permite desconectar el giro del motor del giro de las ruedas.
Conocer la "química" de su funcionamiento hará que empleemos el embrague con más efectividad, especialmente en situaciones de emergencia, donde suele ser contraproducente liberar a las ruedas del control que ejerce en ellas el motor. Tal es así, que en competición, el embrague apenas se usa.
Hay que ir un punto más allá en la acción de pisar su pedal; no hacerlo sólo porque el profesor de la auto escuela así nos lo enseñó.....
Vídeo.
Esta charla técnica es el prólogo de la conversación entre un taxista y su mecánico:
T-Desde la última revisión, el coche funciona mucho mejor.
M-Le hicimos el mantenimiento periódico y ajustamos frenos y embrague...
T-En el embrague es donde he notado gran mejoría...
M-Claro, estaba muy destensado.
T-¿Porqué no intenta tensarlo un poco más?.
M-(Lo mira). No se puede.
T-En fin....
M-Si lo tensamos más de la cuenta, una parte de la potencia del motor se perdería antes de llegar a las ruedas.
T-Bueno.
M-Funciona perfectamente.
T-Si, si. Es que, ¿cómo le diría? resulta tan pesado tener que apretar el pedal cada vez que cambio de velocidad.....
Una pista para los lectores de la zona que se pregunten quién puede ser el taxista holgazán: suele llevar los jerseys de cuello abierto puestos del revés, (ramalazo empordanés, daliniano; efectos colaterales de la tramontana, en todo caso). Sus clientes se extrañan:
C-Perdone, creo que lleva el jersey mal puesto.
T-No esté tan seguro.
C-.....
T-¿Usted se resfría en la garganta o en el cogote?.
1 comentario:
¡Jajajaja!
Esto podría ser el primer capítulo de un libro titulado: "Los taxistas. Ese colectivo"
Un beso.
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