Vamos a repasar dos peculiaridades que conviene conocer a la hora de manejar colores, como por ejemplo, confeccionar un tono de nuestro agrado mezclando botes de pintura de diferente color. Usaremos para ello el círculo cromático.
Mezclar a partes iguales dos colores opuestos dentro del circulo, o sea, a 180º uno del otro, da un resultado de gris; se "matan" entre ellos. (Y se "pegan" si pintamos dos piezas contiguas con cada uno de ellos).
Imaginemos que estamos preparando un color naranja a base de añadir rojo al amarillo.
Si el tono ha quedado demasiado rojo, el camino lógico es echarle más amarillo, pero tiene el defecto que la mezcla suele "crecer" muy por encima de la cantidad a usar.
La corrección empleando el círculo cromático se basa en matar el exceso de rojo con unas gotas de su antagonista, el verde, en este caso. Aquí el defecto es un leve agrisado del color, a tener en cuenta si el naranja que necesitemos deba ser muy nítido.
La segunda peculiaridad del círculo cromático está en que los colores situados a noventa grados uno del otro, son "amigos", combinan estupendamente en cualquier realización bicolor.
He hecho un gráfico con el "Paint", para ilustrar este punto, y acabo el tema reclamando atención acerca de la impresionante combinación de color del tercer ejemplo.
¿Lo pillas?.
1 comentario:
Lo pillo, lo pillo :-))) Visca el Barça!!!
Besos felinos.
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