Batiburrillo familiar

Esta música da como una paz.....


Pobrecitos enfermos de obesidad mórbida.
Y una mierda.
Como un zapato de gorda.
Gordos egoístas e inconscientes, tapáis carencias personales a base de glotonería.
Compadeciéndoles, sólo logras que culpen al entorno de su problema, y continúen cebándose hasta su presumible explosión.
Me niego a ver un obeso como un enfermo.


En Mauthausen unicamente estaban obesos los oficiales de las SS.
Hostiaputa, joder.

Mi padre llegó a pesar ciento treinta y ocho quilos. Siendo el mayor de muchos hermanos, tuvo que arrimar el hombro de muy joven para ayudar en casa. Todo lo que ganaba debía servir para ahuyentar el hambre de la postguerra, sin lugar para vicios. Cuando se emancipó juró resarcirse de las privaciones; y a fe que lo hizo. Tuvo dos hijos varones pero siempre manifestó que hubiera preferido ser padre de chicas. En todo caso, esperaría a tener nietas. Y tendría nietas, tres, pero las complicaciones de la obesidad no le dejaron llegar a conocerlas.

Por parte materna, tengo una tía que va directa al centenario; y nunca ha llegado a pesar ni cincuenta quilos. Su estómago delicado la ha llevado, sin buscarlo, a seguir una estricta dieta mediterránea. Algo tendrá a ver, asimismo, la sobriedad de su talante.
Vivaracha, entusiasta, no adiviné que a sus noventa y cuatro años, la lucidez le empezaba a fallar, cosa que aprovechó el segundo hijo que tuvieron mis padres, otrora mi hermano, para llevársela a vivir con él. Poco tiempo después, ayudado por un granuja de notario, le ha quitado la casa que compró con los ahorros de toda una vida para, acto seguido, internarla en una residencia de la cual ha prohibido que no salga ni a pasear.
El pavo igual engorda....

Bueno, dejemos los malos rollos; próximo post: "chistes estúpidos", que son los peores para troncharse, y en el siguiente, un sesudo estudio sobre la preferencia masculina por unas grandes "domingas"..