Flexibilizar el mercado laboral

Escrito hace más de medio año, este último post del blog catalán "Doncs no ho entenc", (Pues no lo entiendo), es de lectura recomendabilísima, por lo que se está cociendo en política laboral.
Sebastián Puig lo trajo a sus lentejas, de donde acabo de copiarlo.

"Para empezar me gustaría diferenciar dos tipos de puestos de trabajo:

PUESTOS DE TRABAJO QUE REQUIEREN TALENTO.

Estamos hablando de una gran mayoría de lugares de trabajo en los cuales el talento y la formación son muy importantes, lugares donde los trabajadores talentosos pueden hacer ganar más dinero a la empresa que los que no lo son. Para este sector de empleados, que se produjera una reforma laboral y se flexibilizara el despido sería siempre positivo, ya que ello daría valor a sus puestos de trabajo. Por un lado, los empresarios pagarían sueldos más altos para retener ese talento; por otro, los trabajadores con talento se formarían todavía más para estar más bien pagados en su empresa, o bien para acceder a puestos mejor retribuidos en otra compañía. Por lo tanto, la flexibilidad laboral incidiría directamente en un aumento de la productividad empresarial.

El proteccionismo actual hace que muchas personas con talento tengan miedo de abandonar su puesto de trabajo cuando llevan más de cinco años desempeñándolo, puesto que "perderían" mucho dinero al perder antigüedad. En consecuencia, la ambición y las ganas de formarse disminuyen en picado a partir de los cinco años trabajados en la misma empresa.

PUESTOS DE TRABAJO QUE NO REQUIEREN TALENTO.

Aquí es donde tenemos el problema, en aquellos lugares de trabajo en los que prácticamente no se requiere formación; donde el trabajador, por mucho que se perfeccione, no hará mejor su tarea, y en los que si de un día para otro es sustituido no pasa absolutamente nada.

Todos estos trabajadores son los que nunca permitirán que se flexibilice el mundo laboral, porque tienen miedo de que el mal empresario los explote bajo amenaza de despido. Dichos empleos son los que dan vida a los sindicatos, los cuales extrapolan este problema al resto de puestos de trabajo.

Nunca nos dejarán flexibilizar la contratación en el caso de la mano de obra barata; no olvidemos que SEAT (empresa alemana) o NISSAN (empresa japonesa) tienen aquí sus fábricas y no en sus países porque en su momento la mano de obra era más barata, y que hoy en día dicha mano de obra de bajo coste ya no se encuentra aquí sino en los países del este, en Oriente o en África. Por tanto, lo que deberían hacer estas compañías es llevarse sus puestos de trabajo poco cualificados a países con mano de obra económica, y nosotros, en lugar de gastarnos miles de millones de euros en subvenciones para evitar esa deslocalización, deberíamos invertir en formación y ayudar a las empresas que están creando empleos que requieren especialización y talento. De esta forma aumentaremos la productividad de nuestro país.

Nadie ha dicho que sea fácil, pero sin duda este debe ser el camino. Actualmente, la única opción que ofrece este gobierno en connivencia con los sindicatos es NO escuchar ni querer negociar con las patronales, crear cada vez más funcionarios y subvencionar cada año más a SEAT, para que no se vaya y mantenga puestos de trabajo poco cualificados, mientras que las PYMES que pueden crear talento van desapareciendo día tras día porque carecen de ayuda y además no tienen acceso al crédito".