viernes, julio 23, 2010

Repaso a los seguros de automóvil

Los dictados de la inflación parecen ajenos a las compañías de seguros; siempre que no se incurra en siniestros, la cuota no dejará de bajar, año tras año.
No hace ni un par de lustros que todas las gestorías rehusaban asegurar motocicletas. Ahora hacen publicidad para captar nuevos clientes, ¡a precio cerrado!. Y vehículos de dos ruedas que bajo su vestido de calle, esconden una máquina de competición; una menor siniestralidad en los coches se podría llegar a considerar, no así en las motos.
Para conseguir mayor cuota de mercado, las aseguradoras se han enzarzado en una batalla en la cual salen perdiendo los profesionales que dan servicio a las mismas y, en última instancia, hasta sus propios clientes.
Porque el invento del taller concertado, recomendado o como quieran llamarle, consiste en un reparador que, a cambio del flujo de trabajo constante que le proporciona la aseguradora acepta, en vez de comer mendrugos de pan (figurativamente hablando), comer piedras, directamente. ¿Qué calidad de reparación se puede ofrecer bajo estas circunstancias?.
Y el abogado o el perito nombrados por la compañía para atender una reclamación, abrumadísimos por estadísticas y promedios, y sin saber que clase de chanchullos ni convenios internos tienen entre aseguradoras, a quien tendrán menos cuidado en defender, temo que sea al asegurado....


- "Queremos que nuestro forense evalúe sus secuelas". (Viva la libre competencia).
- Pues yo quiero que las evalúe el mío, y si ello no fuera posible, comuníquenme la razón; por escrito, naturalmente.
Acaba de ocurrirle a un familiar: el forense que le asignó su aseguradora le prometió una tasación de sus secuelas en alrededor de 90.000 €., 2.500 €. por arriba o por abajo, pero que en ningún caso percibiría una cantidad superior a cien mil.
Mostrado su historial médico a un profesional independiente, le informó que sus secuelas debían indemnizarse con más de 140.000 €., consiguiéndole al final 155.000 €. Entonces, ¿a quién defendía su defensor "oficial"?.
Por tanto, una buena compañía de seguros será aquella que nos deje elegir libremente a los profesionales que deban reparar, sanar o tasar la indemnización del daño que tengamos contratado.
Tampoco es mala idea agrupar todas las pólizas en una sola mutua o compañía, y a través de un único mediador.
Los contratos de seguro vía telefónica o internet, e incluso los efectuados por una entidad bancaria, son más económicos, pero dan una cierta sensación de inseguridad al faltar la figura del mediador colegiado.
Recuerdo el caso de un atropello mortal en la persona de un demente, cuya familia tenía prohibido dejarle deambular por la vía pública. Al causante, la policía personada en el lugar del accidente e instruido el atestado, le exhoneró de toda culpa. Pero en el pueblo, los amigotes le decían "mira que te van a cargar el muerto". Y el hombre, venga a llamar a su aseguradora contratada por teléfono, poniéndose más y más nervioso al ser atendido por un operador diferente en cada llamada.
Ha tenido que costearse de su bolsillo la reparación del coche, mientras que la familia del difunto le está cosiendo a denuncias para ver de sacarse un dinerillo; un buen agente de seguros no hubiera dejado que el caso tomara este cariz.
Puede ocurrir que un perjudicado vaya identificándose: soy de la mutua "X" (dudo de entrecomillar el "soy"), y por ello, deba abonar una factura suplementaria a la clínica, o un sobreprecio a la grúa; o tal vez su garage, su abogado, etc., declinen prestarle servicio.....

Las aseguradoras son tanto más tiránicas, cuanto mayor pasividad muestren sus clientes.

2 comentarios:

panterablanca dijo...

Pues haces bien de advertirlo. Gracias :-)
Besos selváticos.

Marta dijo...

Toy
res de cambi virtual, mala gestio de Telefonica -Moviestar...3 mesos y dotze dias per fer un trasllat de linea,aixo si cada mes la factura, tot dit.
Contenta de retrobar-me amb vosaltres.
petonicos, sempre