Y así nos enteraríamos de qué tipo de deshechos suele descargar en el vertedero de la foto, el camión matrícula XXXXXXX.
Tal es el secretismo de la operación, que ni le permiten aguardar turno para entrar, como al resto de transportistas.
"Que tengo familia e hipoteca, oye" es todo lo que contestan al respecto, tanto operarios del vertedero como el mismo chófer del camión.
A fin de restaurar los enormes boquetes causados por la extracción de arcilla destinada a la industria cerámica local, se autorizó la puesta en marcha de un vertedero, ¡a solo trescientos metros de las viviendas!.
Y a pesar del pestazo que, en algunos días, se nota a kilómetros de distancia, de la irritación ocular y respitaroria que lleva aparejada, del nulo aprovechamiento del gas metano producido, y del vertido en las lagunas colindantes de lixiviados, que es como se llama el líquido que rezuma de la porquería, pues que no hay forma de parar los vertidos.
Menuda mafia la que se encarga de la gestión de residuos autonómica.
Una vez que se llegó a un acuerdo con ellos para que la plataforma anti-vertedero pudiera controlar que la categoria de los residuos fuera únicamente la autorizada, va entonces la facción más combativa del colectivo y exigen algo tan irrealizable como el traslado de lo vertido en su totalidad, hacia otra planta.
La plataforma se fragmentó y ningún vecino se extrañaría de que estuvieran echando residuos realmente nocivos, ahora mismo.....
Por cierto, esas moscas cojoneras del "no a todo", que reniegan de la electricidad producida en centrales nucleares por razones obvias, de la fotovoltaica por el paisaje, la cogenerada por contaminante, la hidráulica por franquista y la eólica porque las aspas matan a los pajaritos, ¿dónde enchufarían sus electrodomésticos luego?.
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