viernes, julio 01, 2011

De malos olores....

Resulta que hace tres años y medio que una chica encontró un amigo, de gran atractivo y mejor persona aún, con el que incluso se ha acostado alguna vez, pero la virtud que más aprecia de su relación es la amistad.
Más el hombre la ha puesto en una encrucijada; o el vínculo se torna amoroso o lo suspende unilateralmente.
Y ella, deshaciéndose en halagos hacia su amigo, confiesa que su historia no va a más porque ha notado, en sus ratos de intimidad, que el pavo tiene un olor corporal que la tira de espaldas.


La confidencia se ha emitido esta madrugada en el programa radiofónico "Parlar per parlar" en Catalunya, y que es una copia del estatal "Hablar por hablar" de la misma cadena, la SER.
Y yo, estudioso de los olores, buenos y malos, (me quito el zapato en un bautizo y hay que tirar al niño), voy a ver si entro en antena la próxima madrugada y nos reímos un rato.


Aconsejaría a la chica que meta a su amigo en la bañera y realice un buen zafarrancho. Que no es oro todo lo que reluce. Mira sino, al gorrino que recién duchado, se sentaba en la cama y dejaba marcado todo un "frenazo" en la sábana. (Esa historia es mucho más larga).
Que investigue bajo los alerones, en las juntas interdigitales inferiores, por los siete orificios de entrada/salida y aledaños (la manga de la camisa del pito, bien arremangada); aunque en el agujero posterior de los varones heterosexuales, ya sabes que no puede entrar ni un pelo del bigote de una gamba).
Y fuera esos batidos y otras mierdas complementos que se mete por hacer mucho deporte. Tiene que haber de lo mismo, pero natural.
Por último queda el recurso de la franqueza. Con una sonrisa en la boca se puede hablar de cualquier tema. Y la forma; puedes decirle a una dama "estás gorda", o bien "ese vestido tuyo le quedaría estupendo a una que estuviera delgada", opción ésta que te salvará unas briznas más de amistad que la primera, con toda seguridad.

Un ejemplo de sinceridad es lo que hace ya tiempo, me dijo mi esposa:
- Te huele la boca como si tuvieras un perro muerto dentro.
- Espera a decírmelo cuando estemos en el asilo, mujer.
- No, si solo te ocurre desde hace diez o doce días.
El dentista, que me había advertido que no mordiera cosas duras, y yo ya no me acordaba; nada, que casqué unas avellanas con la boca y se abrió una grieta bajo un puente fijo de muelas "composite", pudriéndose dentro los restos de alimentos que el cepillo dental no alcanzaba a limpiar.
Unos implantes me dejaron la boca nueva y el aliento fresco (y la cartera tiritando).

Bueno, prometo enlace al podcast, si accedo al directo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Correcció: el PARLAR PER PARLAR no és una còpia del HABLAR POR HABLAR. És el mateix programa, però en català. Dilluns parlem

zel dijo...

Que bo, m'encanta aquesta sinceritat teva, aquest "deixar-les anar" com aquell qui canta, noi, em trec el barret!

I de passada, m'he fet un bon tip de riure!

Un petó descansat!