miércoles, diciembre 21, 2011

Pegar a un mocoso

En contraposición al post anterior.

Varios de mis maestros imponían disciplina a base de darnos con una regla en toda la yema de los dedos, que previamente nos hacían agrupar y dirigir cara arriba. En unos colegios sin calefacción, no cuesta adivinar que éste era un castigo especialmente doloroso en invierno....
Pero, contra más entusiasmados tenía un profesor a sus alumnos, menos debía emplear la regla; bueno, el que tenía ese don.
Luego estaba la comprensión paternal: "como me entere que el maestro te ha dado una hostia, yo te doy otra".

Ahora mismo, con toda probabilidad, será el enseñante quien se lleve unos puñetazos del padre del pequeño dictador contra la que haya osado levantar la mano.
Parece que si son muy rebeldes, si no siguen el ritmo de las clases, hay que llevarlos al psicólogo.
En fin....

Con lo bien que funciona un bofetón, en críos especialmente gamberros, hiperactivos, burlones; esos del berrinche teatrero en la cola del supermercado, por una chocolatina que fijo les quita el apetito para la cena. Una torta terapéutica, que no debe ser fuerte, solo aparatosa; únicamente tiene doler en el ego.
Deja clarísimo quien está al cargo de la situación....

Con el tiempo se agradecen las "podas"; que sino se va creciendo indómito como árbol de ribera.
Y podría citar tantos ejemplos de hijos de familias adineradas a los que todo se les ha consentido, que han dejado morir a sus padres como perros después de dilapidar su fortuna en vicios, como de estudiantes pobres que han sacado aprobados por puro temor a la paliza que significaría un suspenso y, años después, han compensado a sus mayores el esfuerzo que supuso su educacióncon, colmándoles de respeto y atenciones.

En otro orden de cosas, parón causado por pasar a Jazztel -que es más barato-; pero el servicio que alaba Jesús Vázquez, yo no lo he notado. No tengo porqué instalar ni la nueva lavadora, ni un router, ni nada; no soy instalador.
Después de cinco días amenazándoles con volver al antiguo operador y tirar a la basura el router que me enviaron, por fin lo han configurado y ya navego de nuevo, ¡qué mono he pasado!.

2 comentarios:

ESCLATA-SANGS dijo...

No et falta raó, però trobar l’equilibri entre els cops de regle i l’excessiva indulgència actual és una tasca difícil.

No estaria malament que en aquestes dates es posés de moda regalar guants brodats amb l’eslògan “dale una torta terapéutica”, de manera que quan s’utilitzés quedés gravat a la galta de “l’encantadora criatureta”.

Novicia Dalila dijo...

Completamente de acuerdo contigo, Toy. Hemos pasado de un extremo al otro sin darnos cuenta del paso intermedio. Yo al menos no lo he conocido....
Un beso y, por si no nos cruzamos más por ahí, aprovecho para desearte unas muy felices fiestas y todo lo mejor para el próximo año.