jueves, enero 03, 2013

Los pimientos del bar


Comprados directamente al agricultor.
Asados al fuego de leña o carbón.




Extraída la piel carbonizada a filo de cuchillo -modo Arguiñano-, sin emplear agua para nada, a fin de que no se diluya el rico aroma de ahumado que les da esa cocción.
Aliñados con aceite de oliva de una pequeña cooperativa de productores, que lo comercializan directamente.
Y no son más caros que los del otro bar, que solo tiene que abrir el bote y servirlos (los compra al distribuidor provincial que, a su vez, ha comprado al almacén mayorista, y éste, al importador, y aquél, al envasador, etc.).
Infinitamente más sabrosos.
Lo que sí tienen, es un montón de trabajo.
Que de eso se trata.
Crear trabajo.

Dirás, este post me importa un pimiento.

Pues no; te debe importar porque es una metáfora susceptible de aplicar en docenas de situaciones del día a día.

4 comentarios:

belkis dijo...

Estos pimientos hechos de forma artesanal no tienen nada que ver con los de bote, aunque provengan de la misma mata.
Pero, se tarda lo mismo en asarlos así, y pelarlos que hacerlo de forma industrial?
Quien monta un negocio, quiere ganar dinero, a costa de lo que sea y lo demás...le importa un pimiento!

Toy folloso dijo...

Toy más implicado con los pimientos y el bar de lo que puede dar a entender el post.
Se sirven con unas cuantas tiras de berenjena pasada por el mismo proceso y con seis filetes de anchoa de l´Escala a los que se ha sacado del salazón, limpiado y añadido una pizca de pimienta negra al mismo día.
La gente no tiene el paladar estropeado por la comida industrial, sólo adormecido.
Alguno de los visitantes de la gran ciudad (a 130 Kms.) ha comentado: llevo toda la autopista relamiéndome pensando en "l´escalivada amb anxoves" del bar....

Novicia Dalila dijo...

En mi casa los comemos así, pero asados en el horno, porque no tenemos forma de hacer un fuego. Los aliñamos con aceite y ajito picado y están que te mueres de ricos. Nunca he usado de bote/frasco para comerlos así, la verdad, así que no puedo comparar, pero estoy segurísima de que hechos en casa están más ricos (aunque te dejes las yemas de los dedos pelándolos).
Y aunque casi siempre son comprados, también tengo la suerte de que mi compañera tiene un terrenito y el verano me abastece de tomates, pimientos y pepinos :D

Un beso, Toy

D.F. dijo...

Mi suegro los planta, los recoge, los asa, los pela y yo me los como (hay que repartir el trabajo)...