viernes, junio 15, 2007

El médico se cabrea


Una docena de cigalas "adultas", unos embutidos ibéricos y un chuletón de buey con briznas de parmesano crujiente por encima, regado con un tinto de "pasto", de los que se adhieren como una lapa al cielo de la boca, negro como el sobaco de un grillo.
(Dejando aparte el placer gustativo, parece muy bien diversificado el origen de las proteínas de este menú; que no todo va a ser zampar, zampar...).
_ ¡¡¡Señor Tapichuelez!!!.
_ Mande.
(Vaya por Dios, el médico estaba comiendo en la mesa del rincón, creo que se ha incorporado y viene; esto se va a poner más feo que un diarreico atacado por la tos).
_ Vamos a ver, la última vez que vino a la consulta, recuerdo que le pusimos a usted en tratamiento por tener anormalmente altos los niveles de colesterol malo, triglicéridos y ácido úrico.
_ No tiene porque preocuparse, doctor, no he dejado ni un solo día de tomar la medicación que me prescribió.

3 comentarios:

Javier Luján dijo...

Bueno, a mí me parece además una dieta equilibrada, un poco rica en proteínas, pero deliciosa. Eso sí, tenía que haber pedido una ensalada, aunque sólo fuera para disimular

Unknown dijo...

Cigalas a la plancha con sus escamas de sal gorda... Mmmmmmm... Con esta exquisitez podría haber prescindido de lo demás y, además de disfrutar, haberse cuidado. Jeje!! Un beso!

tootels dijo...

claro lo mejor es hacer caso a los medico, eso sin duda..
je je je