Antes de folloso, tuve otro mote.
La historia empieza cuando mi abuelo alquiló una finca agrícola, conocida por tener un intraducible nombre de ave, masculinizado encima, para que sonara más chirriante.
La verdad, no nos hacía nada de gracia que nos llamaran así.
Le preguntamos a nuestra madre que opinaba.
- Nos llaman este mote para que nos enfademos. Mejor no hacerles caso. Vuestros tíos se han liado a puñetazos varias veces y no han conseguido que dejaran de apodarles así, más bien al contrario.
Entonces decidimos entre los hermanos llamarnos por el mote, durante una temporada, en público.
- ¿Has visto al "pajarraco" pequeñajo?.
- ¿Tu hermano?. No, no le he visto.
La indiferencia ha hecho que la gente olvidara completamente ese mote, unos años después.
1 comentario:
Cuanto más te moleste algo, más seguiré diciéndotelo... regla humana universal.
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