Va y me hace un gesto de fanfarroneria, el muy capullo.
Me he sentado en otra silla, dándole la espalda, he pedido otra ronda y he aguardado a que pasara el cadaver (de su cartera) por delante de mis narices.
Se ha ido "reseco", claro.
Un día, en otro bar, le comentaron al recaudador de maquinitas:
- Dios mío, cuanto dinero sale del cajón en ¿cuántos días?.
- Cuatro, normalmente.
- Aunque ayer yo también me llevé una buena tajada.
- ¿Era la primera vez que jugaba?.
- Que va; suelo echarle algunas monedas todos los días.
- ¿Usted se cree que el aparato pertenece a una O.N.G.?. De aquí sacamos fijo Hacienda, el caballero que está detrás de la barra y mi organización; su propina es una pequeña parte de lo que ha "invertido" previamente.
Las pocas aficiones ludópatas que yo pudiera haber tenido, se volatilizaron...
Lo más experimental de los comercialillos Beatles.
come toghether
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Y lo más clásico de los incombustibles Rolling Stones.
De hecho, empezaron en el blues.
(Éste hubiera triunfado hace un par de siglos, para cantarlo en Alabama, regresando de los algodonales).
Love in vain
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5 comentarios:
Love in vain...buenísimo; y lo de los juegos..."La casa siempre gana"
No me extraña que se te pasara la fiebre, a mi tambén se me ha pasado...
Besicos
Sort que tens seny, a les maquinetes ni aigu!!! T'ho foten tot, (com les dones)jejee, petons!
De las máquinitas hay que huir como de la peste, que las carga el diablo.
Salud y fuerza!
Pues fíjate lo que juega la peña que en premios sale entre el 75 y el 80% de lo que entra, y aun así, queda para repartir entre Hacienda y la organización lo que ni te imaginas ;).
Si se quedan semanalmente entre todos 1000 euros para repartir, calcula cuánto es que se ha metido en la maquinita, calcula, que es fácil, y, aunque te parezca increíble -a mí me lo parecía hace 10 años cuando comencé en este mundillo- CIERTO.
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