Estimular la zona genital genera descargas eléctricas de alto voltaje, pero jamás obviemos esas otras caricias cuya calidad no entiende tanto de intensidades.
Esas yemas de los dedos, lentísimas, masajeando el pescuezo.
Un guiño, un lametón dentro de la oreja, un cariñoso "sobao", ráscame un rato; la complicidad, vaya.
Agónicos gemidos de placer, arrancados por una simple pluma de pavo real deslizándose por los pliegues que encontramos en el camino, arriera.
Tomar tu mano entre las mías (sin venir a cuento).
Las mil formas de besar que aún no hemos explorado. Mira lo que dijo un poeta árabe: "la unión física más íntima deja el corazón frío e insatisfecho si falta el encanto del beso".
Próximo finde: post "Máximas II", (sólo leídas en blogs).
3 comentarios:
un soplo de aire en la nuca...
Une paraules, una mirada i el petit frec de la pell...
Interminable!!!
La tendresa expressada en qualsevol gest vers l'altre...
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