jueves, septiembre 24, 2009

La máquina de retratar nueva.

La he cambiado porque la vieja, cuando tenía el día borde, sacaba fotos borrosas.
Mira: (pincha encima).




Se fotografía un instante único, irrepetible casi siempre. Decididamente, ese trasto ya me fastidió bastante.




El plan era descuartizar la cámara de fotos con el hacha de leñador, pero por miedo a mellarla o a abrir un boquete en el suelo, al final recibió su castigo con el "martillito" de cascar avellanas.




¡TOMA!.




Y ésta es la nueva.
¿De qué marca?.
No la voy a decir.
Porque estoy arrepentido de haberla comprado.
Ni cuando esté jubilado podré yo disponer de dos o tres tardes de sábado para estudiar tranquilamente su PUTO MANUAL DE CASI 200 PÁGINAS. Del que precisamente, carecía; lo he imprimido bajándolo de internet desde una web ajena al fabricante.
Esta máquina parece destinada más a un uso profesional que al de aficionado que le va a tocar. Tiene miles de opciones disponibles a través de su media docena de botones y la diminuta pantalla; se puede conectar directamente al televisor o la impresora, pero inexplicablemente, no informa acerca de su conexión al ordenador; "vea el manual de su PC", dice. Como ignorando el lugar donde todo el mundo "trabaja", archiva y comparte sus fotografías.
Es un modelo de 2007, elegido por tener "sólo" 8 megapíxeles, por prescripción de J. M. Alguersuari, reputado fotógrafo (y tío del "nen" de la fórmula-1).
"Cornudo el más lento" jamás ha sido un buen lema; fíjate, voy pasando de un ordenador a otro, un viejo CD-ROM de x16, cuando los últimos estaban, creo recordar que en x56, con escasa mejora de rendimiento y un zumbido realmente insoportable. Por cierto, más cómodo que copiar música con el DVD-ROM solo, es hacerlo en tándem con otro gravador, aunque sea obsoleto.
Consultado el comercio virtual de referencia, el precio de la cámara de fotos es correcto, aún adquiriéndola en Andorra; no es del todo cierta la leyenda de lo económico que resulta comprar en ese país.
El ahorro en el tabaco sí parecía considerable, pero no traje para nadie. Mis amigos fumadores no se van a poner aún más enfisematosos con mi ayuda (uno al que había bajado algunos cartones, cría malvas ya, el pobre). Eso da mala conciencia.

4 comentarios:

ybris dijo...

De la ira a la frustración.
Saciada la ira, la frustración irrita menos con la vaselina de la paciencia.
Paciencia con el manual, paciencia con la lentitud, paciencia con el no dejarse engañar por todo lo novedoso.
Intenta utilizar la tarjeta de la máquina leyéndola directamente desde el ordenador aunque necesites comprar un lector de tarjetas.

Suerte.

Sebastián Puig dijo...

SI quieres te dejo la vieja Leica de mi padre. Infalible.

Violeta dijo...

Osti, però que brutu que ets, Toy. Sembles de l'Empordà...Dic jo, no hagués estat més raonable portar la càmara vella al punt de recollida habilitat per a tal fi?

A la fi, com que no podràs llegir el super manual d'instruccions, et sortiran les fotos borroses també.

És broma, poma. Una abraçada.

Rita dijo...

Això dels manuals és un rotllo!

Jo el vaig donar a un amic perquè se l'estudiés i després em va explicar 4 coses i faig fotos amb l'"autointeligente" i passant.
Petons!