sábado, abril 03, 2010

Historias perrunas



Nunca diríais lo que hace este "trasto" una vez se ha cansado de echar la siesta.
Pues va el cabronazo y se echa otra en un lugar diferente.
¿Vida perra?.
¿Para quién va eso?.
Para él no. En todo caso para su pobre dueño, que hace más horas que el sereno.

1 comentario:

belkis dijo...

Ay qué cosita más mona!
Bueno, yo le dejaría dormir un ratito en mi regazo, acariciándoles,...qué lindo!