Son muchos de los funcionarios y delegados foráneos destinados a Catalunya.
Antes de venir, ya echan la solicitud para irse.
Desde un policía a un examinador de futuros conductores, pasando por toda clase de representantes, agentes, personal de justicia, etc.
Puedo llegar a entenderlo.
Los catalanes somos cerrados, hablamos otro idioma, hay diferencias culturales y algunas antiguas afrentas sin restañar del todo.
Ni España se va a independizar completamente de Europa, ni Catalunya de España, pero un grupo de ese personal alterno, notando cómo la autonomía crece, dejan en parte de cumplir con su cometido.
Ejemplo de cumplir su cometido:
Van los vecinos a quejarse al alcalde porque han puesto una casa de putas en medio de una calle.
El alcalde les contesta que legalmente no puede hacer nada porque ese establecimiento tiene los permisos en regla; más, "ya veremos...".
Puso un par de agentes municipales a patrullar con más frecuencia de lo normal por esa calle y el burdel tuvo que cerrar por falta de clientes.
Un abúlico no hubiera encontrado parecidas soluciones. Ya os apañaréis, catalufos...
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