Dicho popular:" Yo si sé guardar un secreto, son mis amigos los bocazas ".
Pero como no identifico a los interesados, no pueden enfadarse si os cuento la historia.
Va de un tío que mientras estaba copulando, se le escapó una ventosidad, un pequeño pedorrito.
Y la líbido no quiso saber nada del pestazo. Se fué.
El comentario " algo que habré comido ", para nada mejoró la situación.
Otra perla, " joer, eres muy sensible " imposibilitó por completo el acto.
Y un final " paso de malos rollos, tronca ", ( justificándose, muy, muy en el fondo ), además del polvete, casi se carga el noviazgo todo.
Guarrindongo e inoportuno.
Que historia tan fea; cómo me habrá dado por contarla.....
2 comentarios:
De una situación así de "bochornosa" hay que aprender a reirse, pero, claro depende de la confianza con el partenaire...
Hasta aquí he llegado, y ha sido divertido.
Un saludo.
Jaaa ja ja ja ja... experiencia personal, me imagino
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