Tengo un amigo al que le encanta escribir y además dispone de tiempo para ello.
Me comentaba que lleva varios meses atareado en redactar la historia de su familia, que se han ido contando de padres a hijos. Escribe con bolígrafo y se documenta por teléfono o desplazándose. Cuando algún día termine, tiene pensado contratar a alguien para que procese el texto informáticamente, para luego llevarlo a una imprenta a que le compongan un libro que, dada la mínima tirada, puede valer su peso en oro.
Le hablo de los blogs, se los enseño. Personales, colectivos, temáticos, fotográficos, etc. Le hago notar las mil posibilidaddes de trastear con el texto ¿Pero, cómo insertas a bolígrafo?. Tirando de Google nos vamos al pueblo francés donde su abuelo estuvo en el campo de concentración y nos metemos en el archivo municipal; importamos documentos, los traducimos, los editamos. Me pongo pesado sugiriéndole que se deje ayudar por su familia en este proyecto común, alguien puede enviarle una foto, una canción, un comentario, o bien corregirle algún dato, aportar otro punto de vista.
Comparto con mi amigo la afición a escribir y comunicarme. Yo tengo un blog y el no.
Es como si fuéramos a encender fuego y yo tuviera un mechero y él un palo para frotar contra una piedra. Y mira que su proyecto casa maravillosamente con el abanico de recursos que ofrece un blog.
Apago el ordenador. Le reitero que es otra máquina más al servicio del hombre, como un automóvil; lo adquieres, aprendes las instrucciones para su manejo, lo pones en marcha, te beneficias del fruto que te da usarlo y, cuando estás, lo paras. El coche es estupendo para desplazarte, viajar; el ordenador ídem para comunicarte. Tú verás si debes tenerlo.
Arranco de nuevo, escritorio, paseo turístico por Media player, Picasa ¡que bonito!, Moto GP ¡uau!; ahora vamos a Blogger, paseo por la ensaladilla de colores de su página de inicio, direccionando varias veces por su cuenta a otras subpáginas en inglés. Intentamos publicar pero esta pantalla no la conozco; dice que me migre a Beta ( ya he hecho el cupo de estrellarme con betas), pero en un rincón veo un boton para publicar en versión antigua, pincho y.......
_ Oye, mira, vamos a dejarlo, tú es que sabes mucho.
Dios mío, si acabo de desinstalar el Firefox porque no lo entiendo, si por la misma razón, he tirado a la basura el libro de la Julie C. Meloni; puede que nunca pueda poner blogroll, ni que comprenda la sindicación de contenidos, y va el hombre y me dice que yo se mucho.
No se apenas nada, y lo siento. Y no veas el tiempo que llevo en la labor ( ved mi primer Spectrum en esta foto que debo colgar en el post posterior, porque en éste no me deja; igual no cabe ). Uso la máquina, nada más; toscamente, puede, pero no tengo tiempo para perder descifrando sus intríngulis. Bastante hago aguantando sus días "tontos".
Pediría un software más amigable a los desarrolladores, algo que gustara hasta a los enemigos de la informática.
Una plantilla configurable graficamente, sin HTML, por ejemplo.
Que mala conciencia me da publicar este post en medio de un blog de humor y erotismo.
Os voy a resarcir, lo prometo.
Tokio 2021
Hace 3 años
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