Estaba Sebas tomándose unas cervezas en el bar, cuando recordó que hoy le tocaba cocinar para los chicos.
- Camarero, cóbrame las cervezas que he tomado y dame otra, pues hoy quiero hacer un guiso que se llama pato a la cerveza.
- Vale.
- Y ponme otra más, para tomar por el camino.
Al rato, aparece Sebas de nuevo en el bar.
- Deprisa, quiero otro par de botellas de cerveza, que ya están los chicos allí.
- ¿Te has quedado corto, con las otras dos?.
- No, me las he bebido sin darme cuenta.
A media tarde, el camarero advierte la presencia del amigo en el bar, y le pregunta:
- ¿Qué tal el pato a la cerveza, Sebas?.
- Acabamos comiendo en una pizzería. El pato lo he vuelto a congelar. Pensé que hubiera quedado muy reseco, faltándole "algún" ingrediente. Pero bueno, ¡vaya interrogatorio!. Anda, anda, ponme una cerveza....
8 comentarios:
Un alimento descongelado no podemos volver a congelarlo ni tú ni yo, pero ya ves que Sebas anda perfectamente desinfectado....
Jajajajajajajajajajaja.
O sea, que al final lo que cocinaron fue cerveza al pato imaginario. No me extraña que acabaran en una pizzería.
Hoy lunes de ingreso a labores, quise sentir tu pluma alegre para recrearme y divertirme.
Siempre es grato pasar por tu espacio.
Besitos para tu alma!
Como entiendo a tu amigo SEbas , eso mismito me pasa a mi cuando hago pollo con cerveza que es lo primero que aprendi a cocinar ( y casi lo unico), lo que hace el vicio .
Oye de veras el de la pistolita eres tu?????
Un beso
Mira que canviar l'ànec per una pizza....
Aisss la mandra de cuinar!
Què bona està la Hoegaarden... :)
Hubiera resultado un exito si se hubiera metido dentro del horno, entonces la receta cambiaría de nombre, pasaría a ser "Sebas a la cerveza".
Un gusto verte por mi blog folloso, eres de los de siempre, de los que nunca olvida.
Un fuerte abrazo
Publicar un comentario