Le dice el doctor a mi colega:
- Por fin le vemos el pelo.
- Déle gracias a que me pillé el dedo con el martillo, que si no....
- Dígame, ¿ud. qué bebe?.
- Pues cervezas, vino, whisky, carajillos y algún cubata.
- ¿En casa?.
- No, en el bar. Paso mucho rato allí; incluso les suelo ayudar a levantar la persiana, cuando abren, mientras ponen la cafetera en marcha.
- ¿Bebe agua alguna vez?.
- Hace tiempo, cuando estuve enfermo, la tomé algunos días, pero lo dejé porque no tiene sabor ninguno. Además, creo que el agua está contraindicada con las pastillas, porque surten más efecto con alcohol.
- Temo que los desarreglos que me marcan sus análisis, hacen absolutamente recomendable que no vuelva ud. a poner los pies en ningún bar.
Está el tío pensando un rato, y le contesta:
- Las rama gruesa de un árbol se sesenta años, no se dobla tan fácil como el folio en el que está escribiendo, doctor....
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