Tu me has hecho brujería...

Esta noche, después de cenar con los amigos, hemos estado escuchando "salsa", como ésta de la brujería, tan pegadiza.
Pero, a petición de los del gorgorito, finalizamos saltando entre las canciones de Laura Pausini y las de Eros Ramazzotti.
Alguno de los más "sedientos", empleando el acento del Piamonte, creo. Naturalmente, acabamos todos afónicos.
Lo de saltar se hace usando el ordenador a modo de "Jukebox", conectándolo al equipo de sonido. Previamente, se han grabado los CD´s en la "biblioteca" para poder elegir las canciones a golpe de ratón.
Los afónicos no querrán creer que lo están por haberse desgañitado cantando, y le van a echar la culpa a la pócima helada que preparamos para hacer más llevadera la velada: unos mojitos o unas caipirinhas, que no está nada claro en que se diferencian.
Algún coctelero va a quejarse del poco respeto hacia la receta original, pero ésta es la fórmula de la "Caipirinha follosa", (ingredientes para 1 persona):

1 dosis al gusto de ron añejo.
3 cucharaditas de azúcar de caña, (moreno).
4 hojas de menta verde, también llamada yerbabuena.
4 limas.
Hielo picado a discreción.

Guardar una hoja de menta para decorar, y las restantes, picarlas en un mortero hasta convertirlas en pasta. Exprimir tres de las limas; la cuarta, cortarla en ocho trozos, añadirlos al mortero junto con la pasta de menta y estrujarlos, luego echar el azúcar y el ron, remover, verter en el vaso sin colar y añadir el zumo de lima, el hielo y la hoja de menta que quedaba.
Se puede preparar en cantidad, "rollo" ponche. Las limas aguantan un mes o más en el cajón de frutas de la nevera; la piel pierde brillo y envejece, pero la pulpa es igual de buena. Nunca sustituirlas por sus primos, los limones.

"Tu me has hecho brujería", me ha susurrado al oído.
(¡Vaya cogorza!, si nunca me dice cosas así...)