Pero, no es posible, ¡Eusebio!.
(Rediós, si me han asegurado que lleva tres días muerto; vaya taquicardia me ha entrado).
- ¡Hola Eusebio!. Acércate majo. Cuéntame algo del grave accidente de coche que tuviste.
- Bueno, no tan grave.
- Ya veo que han exagerado.
- Igual te han contado que he muerto.
- Pues mira,... sí.
- Únicamente me rompí dos dientes.
- ¿..?.
- Uno cree que los accidentes de circulación sólo le ocurren a los demás. Iba circulando sin el cinturón de seguridad abrochado, con lo cual no funcionan ni los "airbags", ni el resto de elementos de protección. No conseguí frenar a tiempo al llegar a un embotellamiento, y me llevé por delante a un par de coches y parte de mi dentadura, que topó con el volante. Del hueco de un diente, sale más sangre que si te degüellan, por lo perdido que puse todo. En esto que pasó por allí Mónica, me vio, y le faltó tiempo para ir a contar lo de la boca ensangrentada al cuñado de mi hermano, el del bar, que sentenció "ese estará reventado por dentro". Un cliente del bar, el marido de Natália, llegado a casa, le ha contado "ese que salía con tu sobrina, se lo han llevado moribundo". La sobrina le ha contado a su padre, el nuevo delegado de exportación, "igual ya es cadáver", y el resto de la planta, ayer me enterrasteis, por las caras de espanto que veo. ¡¡PELLIZCADME, joder!!
5 comentarios:
Pues vaya. Tres días muerto por romperse unos dientes.
Mira que si llega a suceder una rotura de piernas...
Culpa del dichoso cinturón y de la innata tendencia al dramatismo de cierta gente.
Un abrazo
Es lo que suele pasar con el boca-oído. Nos gusta exagerar, sobre todo con las cosas malas.
Esto de la resurrección ya no es lo que era, igual le hacen santo y todo...
Desde mi blog: Reflexiones al desnudo
Pensé que por estos lados de América latiina y especialmente Colombia, eramos los unicos exagerados. No obstante, después de un accidente de esos, vale pellizcarse para saber si se está en la tierra.
Te abrazo con alegría!
Es como el juego aquel que uno empieza diciendo una frase va pasando y cuando llega al ultimo, pues como que no se parece en ná. Nosotros lo llamábamos el teléfono-
Un gusto conocerte
Publicar un comentario