Una de ladrones

No, nada, que te quiero contar un robo con final feliz para los ladrones.
Me lo ha recordado la página de sucesos del periódico, cada día informando de más "apropiaciones indebidas".
La construcción de viviendas está en retroceso, pero no así el consumismo, y unos cuantos han optado por, en vez de apretarse el cinturón, pegar "palos" por ahí. Y si los pillan, les aplican esa justicia que demasiado justa no parece, principalmente para los perjudicados, ya que deja desatendido el componente de escarmiento que debiera tener una sentencia.
"Es detenido cuatro veces en quince días robando en el mismo bar, un individuo con otras ciento treinta detenciones a cuestas". Y sale de los Juzgados antes que los policias que lo han capturado. ¡Dios mío!.

Bueno, resulta que un almacén de vinos y licores fue visitado por los cacos durante el fin de semana. Al abrir el lunes, se lo encontraron todo revuelto aunque sólo echaron a faltar unas pocas cajas de Calvados, el afamado (y caro) licor de manzana francés.
El administrativo, que empezaba una hora más tarde que el gerente y los operarios de almacén, fue informado de ello:
- Esta vez el golpe les ha salido mal a los ladrones.
- No creas.
- ¿...?
- Escondí la recaudación del mes pasado dentro de una caja de Calvados.
- ¡¡¡SERÁS GILIPOLLAS!!!. Haberla puesto dentro de una caja de Lambrusco, anormal.

Imagen: Blog computeridea.com.