viernes, octubre 07, 2011

Démos un repaso a tu coche


Empezaremos por un zafarrancho de guantera.
Si se te ha acumulado "una oficina" dentro, vacíala y pon lo indispensable, a saber: manual de usuario y libro de revisiones proporcionado por el fabricante. En un sobre aparte, el último recibo del seguro -guarda la póliza en casa; imagina si se quemara el auto con ella dentro-, dos folletos de declaración amistosa de accidente -por si se emborrona el primero, con los nervios-, y apunta los teléfonos de la aseguradora y de la asistencia. El bolígrafo para dentro, también. Y en otra carpeta, el permiso de circulación, la ficha técnica, el recibo del impuesto municipal y el documento de aptitud de la I.T.V., si ya ha empezado a visitarla. Una pequeña linterna, un bote de toallitas impregnadas -mejor que Kleenex-, y un juego de bombillas de repuesto.
Cuando el chivato de los intermitentes suena con distinta cadencia de un lado respecto al otro, significa que tenemos alguna bombilla fundida, y habrá que sustituirla de inmediato por el peligro que comporta no indicar correctamente los cambios de dirección a los demás de conductores. El resto de alumbrado se deberá comprobar periodicamente -en un local a oscuras no necesitarás a nadie-, aunque a veces no es fácil su reparación.

¿Cómo están la alfombras?. Si presentan dobleces -se pueden meter debajo de los pedales-, o agujeros -se puede atascar el tacón dentro-, habrá que cambiarlas por otras, preferiblemente con una sólida base de goma.

Si has estado desempañando los cristales con la mano o con un trapo, límpialos -rociándolos con limpiacristales y restregándoles unas hojas de periódico arrugadas, que no dejan pelusillas-, y, en lo sucesivo, desempaña con la calefacción.

La pintura, que se adhiere perfectamente sobre paredes y maderas, sobre la chapa presenta algunos problemas y sobre plásticos, muchos más. Tenlo en cuenta al emplear la limpiadora de agua a presión. Si ese puntito negro que te parece un mosquito aplastado o una salpicadura de alquitrán, es un desconchón, crecerá sin remedio si le acercas demasiado el chorro. Una distancia correcta son treinta centímetros de la lanza al coche.

Y controla regularmente las presiones de los neumáticos. Da pena la cantidad de ruedas que se desechan por desgaste anormal de los flancos, consecuencia de circular con presiones demasiado bajas.

Otro post de automoción.
No entiendo porqué no consideré poner etiquetas cuando empecé el blog, ¡hace cinco años!.

4 comentarios:

Novicia Dalila dijo...

Si yo tuviera ese Bentely, seguramente tendría alguien que se ocuparía de todas esas cosas, me lo tendría siempre a punto para que yo sólo tuviera que ocuparme de disfrutar de la conducción, que debe ser flipante en un cochazo así.
Lo de las etiquetas.... nunca es tarde ;-)

Besos, Toy

Novicia Dalila dijo...

* Bentley (la dislexia, que me mata)

D.F. dijo...

Ya no es obligatorio el impuesto municipal. Pero lo que has dicho tiene mucho fundamento. Yo vendo camiones y algunas veces cuando traen los viejos, la papelera de la guantera esta a rebosar...Me ha recordado la mia, que en casa del herrero.....Un saludo....

belkis dijo...

Me avergüenza reconocerlo pero...no sé cambiar una bombilla del coche ni comprobar la presión de los neumáticos. En realidad, creo que nada de nada. Sólo conducir y aparcar medianamente bien. Menos mal que tengo un voluntario que se encarga de todas esas cosillas mecánicas y eléctricas.
Y me has hecho recordar que hace mucho que no visito la guantera de mi coche; tengo que hacerlo pero miedo me da.